martes, 28 de enero de 2014

CORAZÓN CERRADO ¡ ÁBRELO !


  CORAZÓN  CERRADO,¡ ÁBRELO!

Siento caer la lluvia,

en esa tarde plomiza de otoño,

en el viejo salón, y tu,  

surges en mi pensamiento,

como una encina en el llano,

tu cabeza está en las nubes,

y tus pies casi enterrados

en la tierra que yo labro.

Tu orgulloso corazón,

siempre se encuentra cerrado,

¡ábrete! Grita el amor,

deja que me airee un rato.

Soy amor y quiero amar,

no me tengas enclaustrado,

mira desde siempre desde arriba,

igual que el copudo árbol,

más cuando llegue tu otoño,

también te irás desojando.

Sin manto ya, sin vestido,

sentirás el frio olvido,

sabes que  con mis manos,

sentirás ese dulce amor,

y  el cálido manto,

que de mí nunca  te ha faltado.

        Higinio  San Millán Juan

viernes, 17 de enero de 2014

ALBA MATUTINA


 

                  ALBA MATUTINA

 

Ruido ensordecedor,

que sopla la fuerza del cierzo,

gracias las tinieblas ya a lo lejos.

 

Oyes dar gracias en trinos,

en ladridos, maullidos y besos.

 

Guardas tu alba preciosa, tu manto,

tu rocío, tu temperatura callada

tu verdor y una estampa,

de cerros  valles estrechos,

alondra atronadora,

que lanza sus trinos al viento.

 

Rosa que tus  pétalos,

con el frescor  y lamento denso.

 

Los ojos se han vuelto,

de una mirada dulce

de niño casi durmiendo,

alba que va abriendo,

la noche casi derrotada

da sus últimos coletazos de aliento.

 

Unos rayos luminosos,

la ciudad se ve lo lejos,

volviendo a la actividad,

después de una noche cualquiera,

donde formaba estos versos.

 

Y yo sigo escribiendo,

mirando el astro rey,

como en su trono luciendo,

proyectando sus rayos de luz,

que atraviesan cúmulos impenetrables,

con una fuerza descomunal.

de energía de un poseso.

 

Donde una linda mariposa,

entabla una conversación,

 

con la flor de sus pretextos,

¿Por qué me robas el néctar?

sabía con tu embeleso,

es mi alimento,

que Dios me da cada día,

cuando la luz, me da la fuerza

cuando la luz y rompe el silencio

con eso.

martes, 7 de enero de 2014

CAVALGATA DE REYES


      CAVALGATA DE REYES

      Ilusión de niños y mayores

 

                La noche se adueña,

Con su capa negra vetusta y llena de alegría,

Las estrellas brillan dulzura,

Nos guían en la oscuridad bajo una intensa humedad,

Un villancico denota el ambiente,

Dulces, sonrisas, lloros, gritos, chillidos,

Rompen los ojos tiernos de emoción.

 

 

La alegre cara de inocente,

Sacude la tensión de los padres,

Me da un vuelco el corazón,

Todo es jovial, tan sólo algún amargado

Desdibuja lo real con alegre colorido,

Triste en su rincón interioriza su amargura,

Envuelto en su capa vestido.

 

Un disfraz y una corona,

Me hace ver el mundo infantil,

Lleno de inocencia, por los cuatro costados,

Con la experiencia de muchos años

Con aquellos años vividos,

Ya lejos y casi olvidados.

 

Que grande es saber y verlo,

Sus ojos luceros fijos,

En aquellos que en sueño,

El ha vivido, transcribiendo un pensamiento de niño,

Se entrega con dulzura y delicadeza,

Te entrega cariño amor y todo es correspondido.

 

Un mundo fascinante,

Noche mágica un sueño cumplido

Los reyes leen todas las cartas,

Y comienzan el reparto prometido,

Con delicadeza  seleccionan,

Los regalos esos que en sueño han vivido.

 

La noche es larga,

El trabajo intenso, pero con cariño,

Recompensa el sudor vertido,

El esfuerzo realizado,

Aquellos años de niño,

Que un día ya pasado

Por suerte hemos vivido.

 

La nostalgia nos lleva atrás,

Por momento queremos ser niños,

Tenemos envidia de esos retoños,

Que han invadido nuestro espacio,

Y ahora somos eslabón de mando,

Pero por un momento corazón partido,

Con nuestro disfraz

Con lágrimas en los ojos,

Llenos de emoción ,

Y muy encogido nuestro corazón.

 

Regalos por doquier,

Te da la vida, dulces como caramelo,

Sencillo desde el trono,

Se ve la vida, se ve el mundo entero,

Alocado irreal, pero por el momento,

Abajo la vida la ternura,

Una noche llena de amor,

Cartas llenas de imaginación,

Sueños convertidos en realidad,

Una noche inolvidable,

Que nunca olvidaré jamás.

 

Si dejo huella en mi interior,

Cuando por un tiempo fui rey Melchor,

Cuando lo hice fue ayer,

Lo que por cierto,

Seguro y lo tendré en mente,

Pero ante todo lo escribo,

                Pero  es un  día que nunca  olvidaré.