AMOR PURO AMOR
Cuantas veces, la noche cierra la
ventana,
Noche oscura, sorda gris y llana,
Pero nosotros ansiosos meditamos,
Esperamos hasta las tantas con tantas esperanzas,
A que salga la luna clara.
La vida se siente sola,
Toda entera y relajada,
Me gusta captar el alba,
Vivirla es lo que me agrada,
Por no desmerecer lo que me toca,
Pensando que la luna con la luz se
acaba,
Traerá la llave para abrir lo que
soñaba,
Un haz de luz tras las montañas,
Nos hace dueños por fin.
Como esa margarita en un campo silvestre,
Sus pétalos de seda y de promesa,
De esperanza con tiempo labrada,
Esperamos que llegue el momento
De entrelazar los dedos
De acariciar la piel sedosa,
De libar los labios, de sentir el
carmín,
De miel y dulzura.
Tener motivos de malgastarla,
Para uno que se olvidaba,
De no gozar una vida larga,
Que la jugaba a las cartas ellas
marcadas,
¿Por qué? ¿Por qué me castigas? ¡No!
¡Sí! Amada,
Vivir la vida que yo esperaba.
Todo carente de pobreza que por ser
rico me embriaga,
Vale la pena esperar un largo tiempo,
Bajo la tenue tiniebla que encierra
la noche,
Con la esperanza de ese haz de luz,
Hoy quisiera soñar con rosas rojas,
Hoy reboso de plenitud, bajo la luna
clara,
Puedo esperar toda la noche,
A
ese haz de luz, bajo la ventana cerrada.
Oprimir con fuerza los tallos
Que las espinas me clavaban hasta
brotar la púrpura
La sangre derramada,
Dar testimonio y ver la luz en la
noche callada,
Solo el hecho de vivir con plenitud,
Me siento enamorado.
Encontrar el camino que un día
iniciamos,
Tu recuerdo contra el mío,
Sentir tu calor y ser feliz,
Sentirme y verme embriagado,
Mirar al cielo y ver la luna tenerte a mi lado,
Brillar cientos y miles de estrellas,
Ponerme a contarlas una a una,
Ver el lucero el más brillante,
Con la noche más bella,
¡Alucinante! ¡Diabólica! ¡Fortuna!
Tus cabellos vuelan sedosos al
viento,
Tu silueta entremezclada en aromas silvestres,
Me siento celoso con la brisa
incesante,
Que te susurra al oído si saber con
ánimo de herirme,
Como me hirió esa flecha, de aquel
día al conocerte,
Que me dejó mi corazón partido
destrozado.
Por eso soy un bohemio, un loco
enamorado.
Yo me siento orgulloso de vivir,
De haberte encontrado,
De sentirme rico de amor, de tener
ese tesoro tan preciado,
No tiene precio para mí,
Porque es lo que yo he soñado.
Y
por el he combatido en mil batalla,
Con un botín incalculable valor
logrado.
De encontrar la luz,
De ver el paisaje en la noche lúgubre,
De ver la vida desde lado humano,
Y no ser tan materialista,
¡Dios mío! ¡Líbrame! Pues estoy
enamorado,
¡Sáciame! Llévame y atragántame de
amor que he soñado,
La noche se ha ido tras las montañas,
Rompe una penumbra y el silencio se ha callado,
El alba esta lúcida,
Las horas son largas y tardías,
El viento rastrea el horizonte,
Una puesta de sol, escarlata que
fascina
Al llegar la dulce noche.
Esperaré ese haz de luz,
Que viene contigo,
Y cerraré con la noche la ventana.
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