UNA ROSA Y UN CLAVEL EN MI JARDÍN
Cierto día
dos bellezas, se encontraron en mi jardín,
entablaron
una conversación,
que pude
escuchar de principio a fin,
lo que yo
nada más pude hacer, tomar papel y escribir.
Era una rosa
y un clavel, en una bella conversación,
lanzándose
piropos, lisonjas y halagos,
era el
príncipe y la reina, en su palacio soñado,
dejándome a
mí, boquiabierto, de todo allí escuchado.
La rosa le
dice al clavel:
.- Eres todo
elegancia….
adornas
patios y balcones,
las mujeres
te lucen entre sus pechos,
vistes
hermosos chales, grandes alfombras,
resalzas en feria la silueta,
dueño y
señor de Andalucía,
puede que
algún día llegues a gobernar,
no te quiero
piropear, con esa gran alegría,
sales a
torear como flor al albero cada día.
Dulzura con
humildad, gobernando los jardines,
un día te
nombrarán rey, de pueblos y naciones.
Y que puedo
decir, con voz alegre y jovial,
de ti rosa
mensajera…
Heredera por
naturaleza, sencilla, limpia y entera,
te lanzas
con etiqueta…..
de este
jardín perfumado, compañera de mi lado,
siempre te
he tenido por hermosa y coqueta,
luces
vestidos de volante, cabellera bien peinada,
delicada
perfumada…
Tus espinas
muy atenta en combate,
en defensa
por si llega algún vulgar idiota.
Eres de los amantes
doctora,
para la
mujer toda una embajadora,
pues una
mujer en cualquier hora,
siendo de ti
portadora, se siente reina al instante,
aunque sea
pobre, pero a la vez rebosante,
todo un
sueño entre miles.
Me hago juez
y testigo, de lo que he vivido notario,
y quiero dar
por concluido,
que un
clavel y una rosa,
príncipe y
reina en el poder,
en cualquier
jardín del mundo los puedes ver,
yo desde
aquel momento,
tome nota en
el papel,
siempre sus herederos,
reinan en mi jardín,
dando por
concluido y rubricando lo que escribí.
20-3-2014
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