jueves, 20 de diciembre de 2012

SUEÑO DE UNA DULCE NAVIDAD


       SUEÑO  DE  UNA DULCE NAVIDAD

 Cuando la nieve cae suavemente,

y los pueblos se engalanan,

los pajarillos y las ardillas juguetean,

se acercan a los jardines y se asoman.

Un aguinaldo puntual un villancico ancestro,

un pesebre con luces, es navidad, es lo muy nuestro.

El pavo es plato principal, los turrones y dulces en la mesa,

el niño que ha nacido con gloria, estrella y pobreza.

Somos como niños y repetimos, que fiesta tan hermosa,

todos reunidos alrededor del fuego, comiendo en familia en la mesa.

Cantando villancicos de amor, cantando mayores y niños,

todos alabando a Dios.

 Es un sueño tan dulce,  el sueño de Navidad,

y a San José y María , ¡Qué le podemos decir!

que el niño que a nacido  que lo dejen en la tierra a vivir en paz.

La pandereta y la zambomba suenan con fuerza a lo lejos,

un coro de niños cantan villancicos y los mayores  no tienen complejos.

Pero en estos días las familias,  sin más casi todos nos encontramos

contentos ,  esperamos que la lotería nos pellizque de lo cierto.

Pobre también la gente sin techo sin trabajo y aterido  de frio

e indefenso se siente desprotegido, el tiempo  les ha borrado,

y nadie en este mundo se acuerda de lo prometido.

Si a todos o casi todos se nos enternece el corazón,

o uno  es muy bruto, es que lo tiene duro, si como una piedra,

O tiene una roca  o carece de eso que es amor.

martes, 4 de diciembre de 2012

ASI ES MI PUEBLO

                        MI PUEBLO ES ASI
Tendré que resignarme al pan de este aguacero,
Borracho por los rastrojos que excito con mis versos,
Chopos y álamos circundan y me afligen dando un sosiego,
La lluvia fina es bendita en el campo me envuelve la neblina,
El  olor a heno me recubre en un ambiente rural,
Un perro cabreado delata a unas personas noctámbulas,
A lo lejos un viejo tractor suena,
Mientras un anciano da su cotidiano paseo,
Los viejos centinelas continúan con su guardia fiel,
Su tenue zumbido me dice, llega el común aire del norte,
Me voy a oxigenar con un ligero paseo por calle la Fragua,
Un negrillo me regala gratos recuerdos,
Una urraca bulliciosa salta y rompe el infinito silencio,
Cuando un grillo con su concierto transmite tranquilidad,
Solo es roto por el leve y pausado zumbido de los árboles,
Que azotado su erguida figura lanza su larga silueta,
Dando un reflejo largo y un colorido especial,
Mientras en reloj de la torre daban las doce.