miércoles, 29 de septiembre de 2010

UNA MADRE Y UNA HIJA

UNA MADRE Y UNA HIJA

Cuanto me pesa la carga
y que largo se me hace el camino,
quiero y no quiero llegar,
al final de mi destino.

Árbol plantado yo fui,
en tierra poco abonada,
clavé fuerte mis raíces
para sujetar mis ramas amadas,
di flores, frutos, semillas
hojas verdes y lozanas.,
luché contra los fuertes vientos,
contra la sequía y escarcha,
pero, ¡ay!
Un día mi tronco
se fue la primera rama,
quiso quitar peso al árbol,
y así las nuevas crecieron,
quiso echar nuevas raíces,
en otras tierras lejanas,
la rama quiso al árbol,
hecho raíz, hecho ramas nuevas,
dio hermosas flores dió fruto,
pero sus raíces se dañan,
y poco a poco al árbol seca,
seca en cualquier temporada,
le falta el aire, la tierra le falta el sol
no tiene agua y las gotas de rocío
que de ellas tanto gozara,
se le niegan a caer,
como antes por la montañas,
y herido e árbol de muerte,
siente el dolor que se le clava,
y en medio de la agonía
quiere volver a ser rama,
quiere volver a su tronco,
al que un día se sujetara.

Allí volvería a ser verde,
mi tronco me dará agua,
me defenderà del viento,
del frío y de la escarcha,
y quizá y quizá no me seque,
y verdes se vuelvan mis ramas,
el tronco lo recogió,
de dio calor y le dio agua,
le dio aliento de su aliento,
al reconocer su propia savia,
quiso volver a dar vida,
aquella marchita rama,
que un día se fue de su lado,
tan fuerte, verde y lozana,
y hoy vuelve herida de muerte,
a su tronco a pedir agua,
porque aquella tierra pobre,
hasta eso le negaran,
y ya no le valió el sol,
ni el rocío de las mañanas,
y un triste día se secó,
aquella pobre marchita rama.

Lloró el tronco muy apenado,
por perder su amada rama,
a la que tanto amaba,
cayo herido de muerte,
pues la herida sigue abierta,
de la cual aún hoy brotaba,
la sangre su propia sangre,
que nunca puede ser recuperada.


14-8-08

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL PRINCIPE Y LA PRINCESA

EL PRINCIPE Y LA PRINCESA

Un corazón herido,
herido por arma blanca,
brota la sangre a chorro,
no se como se aplaca.

Mece el sueño de la luna,
la estrella se le adelanta,
un resplandor con sainete,
con escenas de ignorancia,
da vida a un paisaje real
donde permanece el alba.

Calla reina mía,
reina sublime,
reina de tu propia casa,
yo podría escribir en prosa,
te ensalzaría en mil batallas,
con tu trono a dos bandas,
tendrías ejércitos buenos
de infantes, soldados, caballeros con lanzas,
por otro lado monstruos, dragones y trolls,
que arrasarían tu ignorancia.

Grita y gime,
doncella por tu castillo, torres
patio donde se celebraban torneos,
cuyo trofeo era tu amor,
de una noche de lujuriosa,
estrujar tu belleza entre mis manos
como rosa en manos de una fiera,
para poder escribir un poema de amor.

Con finura y diplomacia,
para ti lo dedicaría,
por ese amor de juventud,
que me regalaste un día
a esa bella y hermosa
princesa de su príncipe
donde todos los poetas,
crean su desenlace de amor,
porque algo les quedo
muy gravado en su corazón.

Joven princesa
el príncipe fui yo,
y es que otros caballeros,
se batieron a duelo,
con estos verso dejé zanjado,
la solución.

jueves, 16 de septiembre de 2010

DEDICADO A MIS SEGUIDORES

DEDICADO A MIS SEGUIDORES

La noche se adueña, la luna poco a poco sube,
con su rodaja de melón bien marcada,
una leve brisa va increscendo,
todo el valle reina un silencio,
tan solo roto por el canto de un búho.

Mi inspiración va a más,
el silencio es mi aliado,
¿Qué puedo dedicar a mis seguidores?
se merecen algo, algo de que no se olviden,
un poema con un poco de imaginación,
una amistad grande,
y sobre todo de todo corazón.

Hoy he vuelto a sonreír,
porque me considero sociable,
aprecio a la vida, me gusta vivir,
y contar con amistades muy agradables.

Poder contar una vieja historia,
bajo el vetusto olmo,
tal vez seria hermoso,
pero al resultar extensa,
se haría pesada y cansaría.

Contar bajo el susurro,
al oído del viento del norte,
en un día de otoño,
cuando la hojas poco a poco,
van cayendo lentamente,
desnudando al viejo olmo,
una tupida alfombra,
delata que el frío esta al llegar.

Yo he vuelto a sonreír,
porque me considero sociable,
aprecio la vida, me gusta vivir,
contar con buenas amistades,
y esto lo quiero escribir.

Busco un cobijo y con un papel,
y comienzo a escribir,
mis amigos y amigas, ¡Gracias!

Vosotros sois mi apoyo,
por vosotros bien merezco escribir,
una amistad te gana el corazón,
una amistad nunca se debe perder,
por amistad se debe escribir,
aunque sea ayer cuando la acabas de conocer.

Se que el tiempo es escaso,
pero todo es buscar el filón,
que mejor filón que la amistad,
cuando se lleva en el corazón.

Hoy he vuelto a sonreír….
porque mis amigos ahí están
15-9-2010
Higinio San Millán Juan

domingo, 12 de septiembre de 2010

EL MARINERO Y SU AMIGO (el viento)

EL MARINERO Y SU AMIGO
( El viento)

El marinero le dice al viento,
no camines detrás de mi,
puedo no guiarte,
no andes delante de mi,
puedo no seguirte,
arrópame cuando te enfureces,
y en los días bravos,
simplemente camina a mi lado
y se mi amigo.

Mas cuando pise tierra firme,
abrazado de los míos,
en esos días tristes y que no sepa que hacer,
te llamaré y emprenderemos una conversación,
te escucharé atentamente,
me susurras al oído.

Las cientos y miles las veces,
que nos hemos visto,
a lo largo de las jornadas interminables,
debatiendo la fortaleza
del tira y afloja de cada uno.

Y como buenos colegas,
entablaremos una amistad,
y sencillamente,
tan solo seremos el uno para el otro.
23-11-2009