jueves, 13 de marzo de 2014

EL SILENCIO


                                               EL SILENCIO

Nada, dulce nada es lo que escucho,

el silencio que mantiene los sentidos,

dos corazones heridos, dos corazones partidos,

dos almas en desaliento, lanzan palabras al viento,

sin controlar nuestro corazón.

En fin, sólo le cuesta escuchar el fondo de esa dulzura,

tan tierna como la miel acariciando tu piel,

besándote con pasión de quien ama con locura.

El silencio preñado, galopante, desbocado,

cargado de sensibilidad domina a la persona,

cuando se desnuda el alma y da lo que tiene,

escucha en el interior y confiar en la esperanza,

ante el mayor bullicio del mundo, oye latir su propio corazón.

Que hermoso es el silencio,

cuando nos dialoga con premura,

se nos acerca y si atentamente lo escuchamos,

nos enteramos de cosas que nos ignoramos.

Y el silencio mantiene los sentidos, a veces tal vez heridos,

con cosas que nos han pasados,

en un real presente o en un futuro ya lejano.

Que mejor regalo y que mejor oportunidad,

que volvamos a escuchar ese  dulce dialogar,

que nos quiere volver hablar.

Si el silencio me dijera lo que me  he perdido,

lo que viví contigo, e ignoro lo que es amor,

que juntos  vivimos los dos, cuando te he conocido,

me robaste el corazón, créeme lo tengo herido,

por tal motivo y razón,

quiero volver escuchar el dulce silencio,

pararme por un momento concentrarme,

 y que me hable  el corazón.

                                                                     24-2-2014

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