lunes, 12 de mayo de 2014

A LEÓN


                                                  A LEÓN

Nos ha llegado en tiempo al confín de los sueños,

un nuevo día tiende las alas desde el alba,

aun rosado y esplendoroso atardeceres,

¡Oh fríos gélidos! Descorred ya el telón de las nubes,

que esas cortinas no eviten escuchar mi voz,

a la tierra que me vio nacer.

El pasó de los siglos trazo su destino,

desde las altas montañas a la extensa meseta,

que a la justicia y a la libertad,

germinará la semilla en los campos,

azotados a los cuatro vientos,

el tiempo transcurre lentamente,

desde el pequeño pueblo a la señorial ciudad.

¡Luz de León! Torre al viento,

campanas se hacen eco a son de paz,

ríos que serpentean, campos y lugares ensortijados,

regalando agua sonriente a través de montañas y páramos,

chopos, álamos, negrillos, salgueros, son testigos,

son guardianes centinelas de trigo y sarmiento

de pan y vino para el largo camino de los peregrinos.

Desde los picos blancos donde se contempla y dormita la nieve,

hasta la extensa e inmensa meseta, mece el aire limpio y azul,

el cielo intenso, escucho  la alondra,

un grillo roquero vestido de negro con su gran concierto,

rezuma en mis oídos que embriagado tendido en el heno,

me dejo llevar, hasta que se va la luz.

Los rayos que a través de las nubes ciegan mis ojos,

 todo me parece hermoso cuando miro a mí alrededor,

una brisa tenue me acaricia, hace sonreír las hojas,

que joviales me regalan  carcajadas una terapia de placer.

¡Abramos! Las ventanas que cante el ruiseñor de la noche,

al ritmo de la vida, al canto del amor,

libertad con un mar de estrellas,

se estrecharan las almas cogidas de la aurora,

brille la esperanza se abran los caminos,

de esta tierra santa, con nuestra patrona

nuestra Señora del Camino.

¡Luz de León! Tierra emprendedora,

pináculos al viento, campanas de soledad,

catedral de las catedrales, vidrieras con historia que contar,

sueños de esperanza y de paz.

Verdad tu razón, vencedor de tu olvido,

memoria de soledad, luz y amor,

para mí nunca en mi olvido, la Cepeda,  Tierra Campos,

El Bierzo, Babia, El Páramo, La Maragatería, La Cabrera, León,

Tierra abierta, que siempre  extiende la mano al forastero

¡Patria mía! ¡Mi Patria! en mi corazón mí León.

                         De         Higinio San Millán Juan

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